¡Qué suerte hemos tenido de llegar y que al poco tiempo hayamos podido celebrar el día de Australia! Ha sido como una bienvenida por todo lo alto.
El Australia Day se celebraba tan solo una semana después de que pisáramos tierras australianas, el 26 de enero. Aquí también lo llaman “Día de la Familia”, no sólo porque este día suela celebrarse en familia, sino porque la familia se considera el pilar fundamental de la sociedad australiana. La verdad es que nosotros aún no nos acabábamos de quitar el jet lag de encima y estábamos cansados, pero ya que teníamos la oportunidad decidimos no dejarla pasar, por si acaso. Así que cogimos el “picnic trolley” que compramos el día antes, echamos unos sandwhiches (que aquí ya hay que llamar a los bocatas por su nombre), fruta, bebidas y “patatucas”, y nos dispusimos a pasar un Australia Day a la australiana. ¿Y cómo es eso? Pues haciendo lo que más les gusta a los australianos, comiendo al aire libre y viendo fuegos artificiales. También es muy típico que las familias se reúnan para pasar el día, comer y a jugar al cricket, pero aún nos queda para llegar a eso.
Ni cortos ni perezosos, nos fuimos a coger sitio en primera fila a Southbank, que es el epicentro de la celebración en Brisbane. En pleno centro de la ciudad, Southbank es un área muy dinámica, donde se concentran los teatros, museos y centros de exposiciones, combinados con una especie de “parque acuático” urbano totalmente gratuito y parques de juegos, además de un paseo fluvial en la orilla sur del río Brisbane.

Cuando llegamos, Southbank ya era un hervidero de gente. Al ser el día de Australia, las zonas de agua se quedaron abiertas hasta tarde, así que había gente bañándose, haciendo barbacoas (como no) y otros disfrutando de un picnic, como nosotros. Nos sentamos cerca de uno de los parques de juegos y los niños encantados, yendo y viniendo de los columpios, picoteaban algo y se volvían a ir a jugar.

El ambiente era muy festivo, banderas de Australia por todos lados y algún que otro friki “muy” orgulloso de ser aussie. En este sentido son un poco americanos.

Y por fin, a eso de las siete y media, los fuegos artificiales que se lanzaban desde el centro del río, desde unas plataformas habilitadas al efecto. Os dejo un pequeño vídeo que grabamos en directo.
Al final mereció la pena hacer el esfuerzo, luchar contra la pereza y disfrutar de un día tan importante para Australia, nuestra nueva casa.
Vaya bienvenida!!!! Una gran toma de contacto con costumbres y tradiciones
Pues sí Maria José. La verdad es que estuvo muy bonito. Hay que aprovechar las oportunidades que nunca se sabe.