Aterrizando en nuestro nuevo hogar

Aterrizando en nuestro nuevo hogar

El 13 de febrero fue nuestro “cumplemes” en Australia. Parece mentira que ya haya pasado un mes desde nuestra llegada. El tiempo ha pasado rapidísimo y nosotros hemos estado la mar de ocupados, como os podréis imaginar.

Los niños se portaron como campeones durante el viaje. Reseñar que desde que salimos de Málaga hasta que llegamos a Brisbane transcurrieron 33 horas. Debe ser verdad que los niños están hechos de otra pasta, porque ellos aguantaron el tirón sin rechistar. También es cierto que la tecnología de hoy en día ayuda mucho, y entre la Tablet y el entretenimiento de a bordo del avión, los peques se lo pasaron genial. Nunca les dejamos tanto tiempo seguido pegados a una pantalla, cosa de lo que siempre se quejan. Pero vistas las circunstancias era lo mejor, y ellos encantados.

Entretenimiento a bordo
Entretenimiento a Bordo

Salimos de Málaga a Londres, y allí tuvimos que cambiar de aeropuerto, de Gatwick a Heathrow, con las maletas por delante. Cogimos el autobús, el National Express, y la verdad es que fuimos muy cómodos y llegamos súper bien de hora. En Heathrow cogimos el tren interno para cambiar de terminal, así que los niños súper ilusionados de poder utilizar diferentes medios de transporte en su viaje. Ángel no paraba de decir que nos faltaba el helicóptero…. Jejeje.

Cambio de Terminal en Heathrow
Cambio de Terminal en Heathrow

Cogimos el vuelo nocturno de Londres a Hong Kong, y después de cenar Pablo y Ángel se durmieron como benditos. No es pasión de madre pero… los niños que mejor se portaron en el avión. Ni una queja, ni siquiera con la comida. Todo les parecía nuevo y excitante, y en sus caritas no se vislumbraba ni un ápice de miedo o intranquilidad. Y los paisajes sobre las nubes desde el avión… . Íbamos “persiguiendo el día” así que los amaneceres constantes a través de las nubes eran sobrecogedores por lo hermoso. Y a veces se podían ver incluso los picos de las montañas…. Espectacular. Es lo mejor de volar.

Llegamos por la mañana bien temprano a Hong Kong, con ganas de tomarnos un buen café (que en Asia eso suele ser sinónimo de Starbucks, no se puede pedir más) y estirar las piernas. La verdad es que en el aeropuerto de Hong Kong no nos sentimos nada extraños, de tantas veces que hemos viajado a China a través de él.

Recién llegados a Hong Kong
Recién llegados a Hong Kong

El aeropuerto es como un centro comercial y, no sé cómo lo hacen, pero los niños tienen un sexto sentido para hallar tiendas de juguetes allá donde estén. Y acabamos en la tienda Disney, donde se gastaron la propina de los abuelos y parte de sus ahorros en un BB8 (que para los legos en Star Wars, es el nuevo droide que aparece en la séptima entrega de la saga. Y la verdad es que es más mono…) Así que ahí fuimos los padres cargando con las mochilas de avituallamiento y la caja del robot a cuestas. Y nada, por aquí anda BB8, que parece que tiene vida propia… se ha convertido en uno más de la familia.


El vuelo de Hong Kong a Brisbane fue bastante movidito, la verdad. Muchas turbulencias e incluso el personal de cabina tuvo que sentarse y abrocharse el cinturón durante unos 20 minutos… y eso asusta… sobre todo a las asustonas como yo. Pero viendo la carita de los niños te tragas el miedo, pones la mejor de las sonrisas y haces como que todo es normal. Y quien me conoce bien sabe que lo estaría pasando fatal. Pero llegamos a Brisbane en hora a las 6:30 de la mañana sin ningún percance. Según nos aproximábamos al aeropuerto los niños pudieron ver la ciudad desde arriba, los rascacielos, el río Brisbane, las casas, los parques… Estaban súper contentos deseando ver su nueva casa. Y encima los Reyes Magos les habían dejado sus juguetes aquí. Con semejante aliciente el cansancio se esfumó.

Ángel viendo Brisbane por primera vez
Ángel viendo Brisbane por primera vez

Frank, el nuevo jefe de Jose Diego y abuelo adoptado a petición propia, nos vino a recoger al aeropuerto y llevarnos a casa. Él y Kathy, su mujer, nos habían preparado una cesta de frutas de bienvenida y un ramo de flores. Nos encantó el detalle y más lo agradecimos después porque no teníamos nada en casa y nos ayudó a matar el gusanillo.

Flores y Frutas de Bienvenida.
Flores y Frutas de Bienvenida de la Familia Downes

Pero no os creáis que llegamos y nos echamos a descansar. En casa aún no teníamos electrodomésticos, a excepción del lavavajillas, horno y cocina (de gas… aquí la vitro es una rara avis…), que sí venían incluidos en el alquiler de la casa. Así que, como nos encontrábamos medio bien, cogimos el coche de alquiler y fuimos a The Good Guys (que es similar a Media Markt) Con un jet lag tremendo compramos nevera, lavadora, microondas y televisión, y aún nos quedaron fuerzas para regatear y todo (que sí, que aquí en Australia puedes, y debes, regatear en las tiendas; se ve que es una costumbre adquirida de la gran comunidad china que vive aquí) Aun así tardaron varias días en traerlos a casa, por lo que tuvimos que agudizar el ingenio para, sobre todo, poder almacenar comida sin frío. Hemos estado como los antiguos, guardando las cosas en “la fresquera”, en una habitación que hace las veces de alacena y está bastante fresquita. Con eso, y comprando al día, nos apañamos bastante bien.

Menos mal que las camas sí estaban cuando llegamos… bueno, para ser más exactos, la cama de matrimonio y los colchones de los niños, porque aquí también se toman las cosas con mucha tranquilidad, por lo que se ve. Las camas llegaron dos semanas después, lo suficiente para que los niños se hubieran acostumbrado a dormir con los colchones en el suelo y casi se nos amotinasen cuando vinieron a traer sus camitas (los colchones los podían juntar o separar a voluntad, así que no poder seguir haciéndolo les fastidió un poco) Intentamos aguantar hasta la noche sin dormir pero no pudimos. Caímos fritos a las cuatro y media de la tarde y amanecimos al día siguiente… ¡a las cuatro de la mañana! Nos costó una semana coger el horario pero ya estamos aclimatados.

Desde ese 13 de febrero en que llegamos ha transcurrido un mes muy intenso, de adaptación y “exploración”  Ya os contaré más cosas en el siguiente post. Mientras os dejo con un precioso amanecer desde nuestro jardín.

Amanecer desde el jardín de nuestra casa en Brisbane
Amanecer desde el jardín de nuestra casa en Brisbane

 

4 thoughts on “Aterrizando en nuestro nuevo hogar

  1. Xely

    Valiente aventura!!!! Un mes!!! El tiempo vuela!!! Ya mismo preparando la visita navideña!!!

    1. Esther Camarena

      En breve me pongo ya a mirar los vuelos…

  2. Terry

    Que afortunados sois y que experiencia tan divina, me alegro mucho que estáis todos a gusto y disfrutando de todo lo que os brinda la oportunidad de conocer y vivir otras experiencias. Me ha encantado el post!! Y ansiosa de leer el siguiente. Un beso a todos

    1. Esther Camarena

      Gracias Terry! La verdad es que está siendo toda una experiencia. Os mantendremos informados.

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